Los últimos meses del año son sinónimos de alegría, regalos y decoraciones coloridas que anuncian la época festiva. En una época de cierre y balances donde todo el mundo piensa en lo que vendrá, algunos siguen estancados en lo que pasó durante el año y no pueden ver el lado positivo de los meses pasados. La depresión y el estrés son más comunes de lo que parece en una época donde no todo es alegría y regalos, y donde algunos simplemente no pueden encontrar ese “espíritu navideño” que parece invadir cada rincón del mundo. La pérdida de seres queridos, un mal año laboral o un bajo rendimiento en los estudios pueden ser motivos de depresión, unos síntomas que se enfatizan al llegar a la época navideña. Al mismo tiempo, el estrés por preparar las reuniones familiares, la presión de volver a casa para reunirse con los parientes y la compra de todos los regalos pueden generar situaciones de estrés severo, que en ocasiones requieren ayuda de profesionales. Para evitar estos males navideños, es importante tener en cuenta algunos tips: Te reúnes a celebrar. Si no disfrutas de la compañía, será mejor que no vayas. Olvidar las disputas familiares por unos días y convivir en paz siempre será una buena idea, pero no siempre puede lograrse, así que si no estás seguro de poder con ello… Lo mejor será buscar otros compañeros para celebrar. Olvida la billetera y el cinturón por unos días. La dieta puede seguir después de las fiestas, y preocupándote por el dinero que gastarás en los regalos no lograrás nada positivo. Intenta ver el lado bueno de las cosas en lugar de lamentarte, y si por un momento lo dudas, recuerda: tienes a quién entregar presentes y alimentos que compartir. Eso es a fin de cuentas lo que vale. Piensa nuevas metas para el próximo año. Si este no fue el mejor, el que se acerca quizá te permita corregir lo que no salió del todo bien esta vez, pero dependerá de ti y de cómo planees encararlo.

Los últimos meses del año son sinónimos de alegría, regalos y decoraciones coloridas que anuncian la época festiva. En una época de cierre y balances donde todo el mundo piensa en lo que vendrá, algunos siguen estancados en lo que pasó durante el año y no pueden ver el lado positivo de los meses pasados.
La depresión y el estrés son más comunes de lo que parece en una época donde no todo es alegría y regalos, y donde algunos simplemente no pueden encontrar ese “espíritu navideño” que parece invadir cada rincón del mundo.
La pérdida de seres queridos, un mal año laboral o un bajo rendimiento en los estudios pueden ser motivos de depresión, unos síntomas que se enfatizan al llegar a la época navideña. Al mismo tiempo, el estrés por preparar las reuniones familiares, la presión de volver a casa para reunirse con los parientes y la compra de todos los regalos pueden generar situaciones de estrés severo, que en ocasiones requieren ayuda de profesionales.
Para evitar estos males navideños, es importante tener en cuenta algunos tips:
  • Te reúnes a celebrar. Si no disfrutas de la compañía, será mejor que no vayas. Olvidar las disputas familiares por unos días y convivir en paz siempre será una buena idea, pero no siempre puede lograrse, así que si no estás seguro de poder con ello… Lo mejor será buscar otros compañeros para celebrar.
  • Olvida la billetera y el cinturón por unos días. La dieta puede seguir después de las fiestas, y preocupándote por el dinero que gastarás en los regalos no lograrás nada positivo. Intenta ver el lado bueno de las cosas en lugar de lamentarte, y si por un momento lo dudas, recuerda: tienes a quién entregar presentes y alimentos que compartir. Eso es a fin de cuentas lo que vale.
  • Piensa nuevas metas para el próximo año. Si este no fue el mejor, el que se acerca quizá te permita corregir lo que no salió del todo bien esta vez, pero dependerá de ti y de cómo planees encararlo.


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