Enseñando a escribir bien a un niño


Muchas veces nos hemos preguntado ¿COMO ENSEÑAR A UN NIÑO A ESCRIBIR BIEN?

Enseñar a un niño a escribir puede ser una tarea fácil o difícil dependiendo del método que usemos, y el tiempo que dediquemos a esta labor. Por supuesto que todos los padres esperan con ilusión el momento en que nuestro hijo aprenda a escribir, y ciertas cosas que podemos hacer es empezar a una temprana edad para que ellos aumenten la curva de aprendizaje al momento de aprender a escribir.

Bien, lo primero que tenemos que saber enseñar a un niño a la hora de escribir es cómo funciona el proceso de aprender a escribir como tal. En este caso el punto de partida es la grafomotricidad, que está integrada dentro de lo que se conoce como la motricidad fina. La motricidad fina implica la precisión de los movimientos, fundamentalmente, de la coordinación entre nuestros ojos y nuestras manos.

El desarrollo de esta motricidad fina suele llevarse a cabo a través de varios ejercicios que involucran y requieren precisión, control y rapidez de movimientos en las manos y en los dedos. Para enseñar a un niño a escribir entonces lo que debemos hacer es aplicar ejercicios para desarrollar esas habilidades necesarias para, posteriormente, realizar los primeros grafismos.

En los niños la manifestación más temprana de lo que se conoce como grafomotricidad son los garabatos, que generalmente los niños comienzan a realizarlos de manera simultánea al dibujo espontáneo o al dibujo con modelos, y dichos garabatos es lo que precede a la escritura propiamente dicha.
Ahora bien, ¿en qué consisten los ejercicios para enseñar a un niño a escribir?
Lo primero que hay que hacer es comenzar a manejar los materiales, es decir, el instrumento con que el niño comenzará a realizar los primeros trazos y el soporte sobre el que se van a realizar. El instrumento para realizar los trazos debe convertirse en una prolongación de la mano del niño. El niño tiene que aprender a sostener el instrumento entre sus dedos y a deslizarlo sobre un soporte o un lienzo.

Este instrumento para realizar sus primeros trazos no debe ser ni duro, ni excesivamente blando. Las recomendaciones son colocar a disposición de los niños tizas, pintura de dedos, ceras blandas y lapiceros hexagonales que sean gruesos para que aprendan a colocar los dedos lo más correctamente posible. Posterior a esto pasaremos a utilizar otro tipo de lápices más comunes para realizar trazos.

Los primeros ejercicios para enseñar a un niño a escribir deben ser realizados sobre un soporte o una base en la cual el niño se apoye para realizar sus ejercicios. Este soporte en un principio debe ser grande para que le permita realizar movimientos amplios y firmes. Una vez que el niño comience aumentar el control del brazo, comenzamos a utilizar soportes más pequeños. Los ejercicios que se realizan deben ser cortos y atractivos, y van a responder a las preferencias del niño.

En los primeros trazos serán movimientos de la mano y del brazo de forma voluntaria. Una buena sugerencia es comenzar con los palotes simples y combinados y luego se sigue con los círculos y con las espirales. Una vez que el niño comience a realizar estos ejercicios, se pasa a ejercicios más complejos como realizar bucles y otro tipo de figuras con el único objetivo de abordar a continuación las primeras letras y los primeros números.

Lo ideal para enseñar a un niño a escribir acortando esa curva de aprendizaje es realizar estos ejercicios de forma diaria. De esta manera aprenderá a escribir rápidamente y comenzará a desarrollar sus facultades.

Fuente: cursosortografia.com  

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